domingo, 30 de agosto de 2009

La rebeldía

LA REBELDIA REGRESIVA

La rebeldía regresiva: que nace del miedo a actuar y se traduce en una conducta de encogimiento, de reclusión en sí mismo. El adolescente adopta una postura de protesta muda y pasiva contra todo.

Un adolescente se rebela cuando:
Las disposiciones, reglas, indicaciones y demás criterios establecidos son absurdos, ridículos y fuera de la realidad. Antes de imponer su autoridad como padre, maestro o educador, es importante que revise esa disposición porque posiblemente no sea adecuada a las circunstancias.
Las amistades influyen en algunas disposiciones familiares y les muestran un escenario atractivo haciéndoles pensar que deber reclamar esas limitaciones familiares y obligarlos a que vivan de otra manera.
En la mayoría de los casos esta rebeldía se puede interpretar como un desacuerdo respecto a lo establecido por los padres, maestros, o cualquier autoridad. Esto incluye a lo establecido en relación a conductas, estructuras, ideas, valores, etc. Los adolescentes manifiestan ese desacuerdo, oposición, sublevación de distintas formas; verbalmente (murmurando, gritando, reclamando, etc.); en su comportamiento (lanzando o golpeando objetos) o violentamente (agresiones físicas hacia las personas) .

PASOS A SEGUIR ANTE UN ADOLESCENTE CON REBELDÍA REGRESIVA.
1. Identificar la actitud
2. Escuchar al adolescente. Dejar que manifieste su punto de vista y que justifique lo que piensa.
3. No tratar de juzgar o de aprobar la idea del joven. Simplemente escuchar y tratar de comprender.
4. Ponga en claro su posición al respecto pero no intente sobreponerse a él o ella. No trate de dar discursos ni de convencerlo de nada. Es el momento de discutir una idea y no de descubrir quién tiene razón.
5. No interponga la cuestión sentimental en una discusión de ideas. Lo que se busca en este tipo de conversaciones es desarrollar la capacidad de razonamiento, más allá de la conclusión que pueda sacarse.
6. La capacidad de comunicación debería estar resuelta (un gran paso en la relación adulto-adolescente), aunque muchas veces no es tan fácil.
7. Haga entender al joven que la razón no es el único objetivo. Que es posible equivocarse y que lo positivo de eso, es aprender a desarrollar una base de pensamiento y conducta firmes, de analizar cada situación y resolver en consecuencia.
8. Al igual que los adolescentes, los adultos tienen la gran oportunidad de aprender a relacionarse, a compartir sus ideas y a conversar sobre ellas. De analizar las situaciones sin forzar a los otros a creer ciegamente en ellas.


CONSEJOS UTILES
· No se necesitan sermones o presión, sino cariño y sobre todo aceptación.
· Los adolescentes sienten más deseos de complacer a los padres cuando los aprecian que cuando los atormentan.
· Cuando los criticamos para corregirlos, es natural que se defiendan y no acepten sus fallas o defectos: en estos momentos la crítica es sinónimo de malestar.
· Debemos escuchar lo que el adolescente exprese (tenga o no la razón) con dedicada atención y no rechazarlo insinuando que lo que dice carece de importancia.
· Cuando el adolescente decide cómo vestirse y organizar sus cosas, busca en realidad su independencia. Debemos darle cierta libertad y, al mismo tiempo, estar al pendiente de él. De otra forma se sentirá abandonado y no querido.
· Se sentirá seguro para compartir sus intimidades sólo cuando él lo decida. Al adolescente no se le debe bombardear con preguntas.
· Es necesario tener paciencia con él: debemos entender que las vueltas hormonales le impiden controlar su propio carácter.



ASPECTOS PSICOSOCIALES
Las trasformaciones físicas ejercen también una influencia en el plano psíquico. La conciencia creciente de la propia masculinidad o feminidad provoca en la adolescente un sentimiento de autoafirmación, que se traduce en un deseo de independencia respecto al marco familiar, en el que antes se había sentido protegido. La adolescencia es una de las metamorfosis más complicadas e importantes en la vida. Pero con todas sus virtudes y defectos, lo extraño de esta etapa no sería el comportamiento rebelde de los hijos sino que ésta no sucediera. En primer lugar es importante saber que esta etapa puede prevenirse desde que los hijos se encuentran en la niñez. La familia deberá establecer una relación basada en la comunicación: así, los padres estarán enterados de la vida de los hijos en todo momento y sobre todo, éstos tendrán más confianza en ellos. Si por el contrario se descuida la comunicación, los hijos permanecerán encerrados en un mundo propio que no compartirán. Entonces será más difícil romper los escudos, ya que desde la perspectiva del adolescente los padres le prestan atención justo en el momento en que él desea todo lo contrario; es decir, la comunicación con sus padres habrá llegado demasiado tarde. La solución será el tiempo y la paciencia. Cuando los padres tratan de aliviar el mal de la adolescencia, cometen uno de los errores más comunes: pensar que la cura está en el poder de su autoridad, materializada en castigos y gritos. La consecuencia es que ellos mismos desgastan el ánimo y los hijos se hacen más rebeldes. Al mismo tiempo, debemos entender que el hecho de estar detrás de los hijos todo el tiempo es materia prima para la rebeldía. Por el contrario, es importante otorgarles una responsabilidad que exija cuentas al mismo tiempo, y les enseñe a tomar decisiones


Considero de suma importancia que para trabajar con adolescentes con este tipo de rebeldía y poder sacarlos adelante, es bueno crear espacios en los cuales los adolescentes se entrenen en las habilidades necesarias para ser más desalientes y donde puedan expresar con confianza sus necesidades, dudas o temores sobre los temas que les interesan y que por su rebeldía no lo hacen por miedo al ¿qué van a decir los demás sobre lo que yo diga o haga?, crear espacios en los que también se involucren los padres de familia y en los que los hagamos participar escuchando con atención todos sus comentarios y trabajando con temas que son importantes para poderlos ayudar en su problema; temas como el autoconocimiento, autoestima, inteligencia emocional y social, educación sexual, prevención de la violencia, promoción de la salud, entre otros, etc.; espacios en los que los adolescentes con estos problemas sean más abiertos o más seguros de lo que van a hacer sin tener la preocupación del qué dirán los demás sobre lo que ellos piensan o como actúan.
Es muy cierto que en algunos casos los adolescentes toman conciencia de ser alguien diferente de los demás, y este afán de autoafirmación y diferenciación los llevan a rebelarse contra la autoridad y desconfiar de lo que dicen los otros.Un buen seguimiento a la problemática que se presente a cada adolescente será un beneficio para poder encontrar una buena solución tanto para él como para las personas con las que se relaciona.


http://www.ciao.es/Solo_Actualidad__Opinion_1098534
http://www.geocities.com/lorenagarza_m/Rebeldia.htm
http://www.taringa.net/posts/1199884

1 comentario:

  1. ALAN, TE HACEN FALTA LOS TEMAS DE LAS TAREAS , REVISA EL BLOG www.educacionsuperiorunikino.blogspot.com

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